martes, 18 de mayo de 2010


Yo estoy a la puerta y llamo, si abrís la puerta de tu corazon entraré...
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PODEMOS CREER EN DIOS

PODEMOS CREER EN DIOS

Juan le preguntó a un ateo si alguna vez había acariciado la idea de que Dios existe.

"¡Por supuesto! -respondió el ateo-. Cuando nació nuestro primer hijo casi llegué a creer en Dios. Al ver a esa criatura pequeña, pero perfecta, y observar sus flexibles deditos y su inteligente mirada, pasé por un período en el que casi dejo de ser ateo. Al mirar a ese niñito, casi me convencí de que Dios existe".

1. TODO DISEÑO TIENE UN DISEÑADOR

El diseño del cuerpo humano exige la existencia de un diseñador. Los científicos nos dicen que el cerebro almacena y recuerda miles de imágenes mentales, reúne detalles y soluciona problemas, aprecia la belleza. Los impulsos eléctricos originados en el cerebro controlan toda la actividad muscular de nuestros cuerpos.

Las computadoras también funcionan con impulsos eléctricos, pero fueron mentes humanas quienes las inventaron y son mentes humanas las que las programan y les indican lo que tienen que hacer.

Por eso es que el salmista concluye que el cuerpo humano habla claramente de un Creador:

"Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien". -- Salmos 139:14. (A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera revisada en 1960.)

No tenemos que ir muy lejos para hallar las "obras" de Dios. El complejo diseño del cerebro humano y de otros órganos de nuestro cuerpo son las "obras" de Dios, y hablan de la infinita destreza de su diseñador.

No hay bomba creada por el hombre que se pueda comparar con el corazón humano. No hay sistema de computadoras que pueda igualar a la red que conforma el sistema nervioso. No hay televisor tan eficiente como lo es la voz, el oído y el ojo humanos. No hay equipo de aire acondicionado y calefacción que se pueda comparar al trabajo que realizan nuestra nariz, nuestros pulmones y nuestra piel. La complejidad del cuerpo humano indica que alguien lo diseñó, y ese Alguien es Dios.

El cuerpo humano es un conjunto de órganos -todos relacionados entre sí; todos minuciosamente diseñados. Los pulmones, el corazón, los nervios y los músculos, todos realizan complicadas e increíbles funciones que dependen de las complicadas e increíbles funciones de los otros.

Si usted marca diez monedas del uno al diez, y las pone en su bolsillo, las revuelve y luego las saca una a una, ¿cuáles son las posibilidades que tiene de que lo haga en la misma secuencia? La ley matemática nos dice que solamente hay una en diez mil millones de que eso ocurra.

Piense ahora en el cerebro, el corazón, los pulmones, las arterias, las venas, los riñones, los oídos, los ojos y los dientes, trabajando juntos y comenzando sus funciones al mismo tiempo.

¿Cuál es la más razonable explicación para el diseño del cuerpo humano?

"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza... Y CREÓ DIOS AL HOMBRE A SU IMAGEN, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". -- Génesis 1:26-27.

Dios nos diseñó a su imagen. Él es el Ingeniero Supremo que nos trajo a la existencia.

2. TODO LO HECHO TIENE UN HACEDOR

Pero la evidencia de que Dios es el Creador va más allá del diseño de nuestros cuerpos; se extiende también a lo que nos rodea, por ejemplo, los cielos. Salga de la ciudad, vaya al campo y observe el cielo nocturno. Esa nube blanquecina detrás de las estrellas es una galaxia que llamamos la Vía Láctea, compuesta por miles de millones de soles semejantes al nuestro. Nuestro sistema solar pertenece a la Vía Láctea. Y la Vía Láctea en una entre cien mil millones de galaxias que se pueden apreciar mediante potentes telescopios.

Ya lo dijo el salmista:

"Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos". -- Salmo 19:1-3.

Por lo que, con seguridad, al contemplar el intrincado diseño y la vastedad del universo, podemos decir que:

"En el principio creó Dios los cielos y la tierra". -- Génesis 1:1.

"(Dios) es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten". -- Colosenses 1:17.

Toda la creación testifica de Dios, el Diseñador Maestro y el Creador Infinito. En el primer versículo de la Biblia, "en el principio" encontramos la respuesta al misterio de la vida. Este primer texto que registra la Biblia nos dice que ¡hay un Dios que creó todas las cosas!

Muchos científicos creen en Dios. El Dr. Arthur Compton, Premio Nóbel de Física, dice sobre este versículo: "Para mí la fe comienza con la seguridad de que una inteligencia suprema trajo el mundo a la existencia y creó al hombre. Para mí no es difícil tener esta fe, porque es incontrovertible que donde hay un plan hay una inteligencia. Un universo ordenado y que se despliega, testifica de la verdad de la declaración más majestuosa que alguna vez se haya pronunciado: 'En el principio... Dios'".

La Biblia no intenta probar que Dios existe sino que declara su existencia. El Dr. Arthur Conklin, ex biólogo de la Universidad Princeton, escribió: "La probabilidad de que la vida se originó por un accidente es comparable a la posibilidad de que un diccionario resultara de la explosión de una imprenta".

Los seres humanos pueden inventar o construir cosas, pero nunca podrán crear algo de la nada. Entonces, ¿quién las creó en el principio? Todo proclama que Dios las diseñó, las creó y las sostiene. Es la única respuesta confiable para el origen del universo, este mundo y los seres que en él viven.

3. DIOS ENTRA EN RELACIÓN PERSONAL CON EL HOMBRE

El mismo Dios que diseño los cielos estrellados y creó el universo, busca una relación personal con el ser humano. La Sagrada Escritura nos dice que "hablaba Jehová a Moisés como habla cualquiera a su compañero" (Éxodo 33:11). Dios también quiere tener esa relación personal con usted y ser su Amigo. Jesús prometió a sus seguidores: "Vosotros sois mis amigos" (S. Juan 15:14).

La humanidad es religiosa por naturaleza. Sentimos una inevitable necesidad de un Poder superior. Nos distinguimos de los animales por nuestra razón e imaginación y por la capacidad de escoger entre lo recto y lo incorrecto. Ningún animal ha construido un altar para adorar. Es el ser humano el que posee un innato deseo de adorar, "una sed de Dios".
Dios ha implantado en nosotros el anhelo de entrar en compañerismo con él. Cuando respondemos a ese deseo de hallar a Dios, ya no dudamos de su existencia ni de nuestra necesidad.

En la década de 1990, millones de ateos de Rusia renunciaron a sus ateísmo y se volvieron a Dios. Un profesor universitario de San Petersburgo, hizo una declaración que tipifica el comentario de muchos ateos convertidos en la ex Unión Soviética: "He buscado en el campo de las ciencias un sentido para mi vida, pero no encontré nada en qué confiar. Los científicos que me rodeaban sentían el mismo vacío. Pero cuando en mis investigaciones astronómicas observaba la vastedad del universo y el vacío de mi alma, sentía que la vida debía tener algún significado. Entonces, cuando recibí la Biblia que usted me obsequió y comencé a leerla, el vacío de mi vida fue llenado. He encontrado que la Biblia es la única fuente de confianza para mi alma. He aceptado a Jesús como mi Salvador, y he hallado paz, descanso y satisfacción en la vida".

Un cristiano cree en Dios porque lo ha encontrado y descubre que él satisface las necesidades más profundas del corazón. El Dios que los cristianos gozosamente han descubierto que existe, nos da una nueva perspectiva, nuevos propósitos, nuevo significado, nuevos motivos y nuevas alegrías.

Dios no promete una vida libre de luchas y conflictos, pero nos asegura que nos guiará y sostendrá si entramos en una relación nueva y personal con él. Como resultado, millones de cristianos que han aceptado a Jesús, estarán listos a dejar cualquier cosa antes que volver a su vida anterior, sin Dios.

Esa es la maravilla más grande: que el Todopoderoso Dios que diseñó todas las criaturas y creó y sostiene las galaxias, también anhela entrar en una relación personal con todo hombre, mujer, joven y señorita. El rey David, maravillado, escribió:

"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria?" -- Salmos 8:3-4.

Nuestro Creador nos observa a todos. Tiene interés personal en ti, como si fueras el único ser que hubiera creado.

Por lo tanto, podemos creen en Dios:
1. Por la forma perfecta en que nos diseño y nos creó.
2. Por el ansia que sentimos por él, y que no se satisface hasta que descansamos en él.
3. Porque cuando lo buscamos y lo encontramos, él satisface todas nuestras necesidades y calma nuestra ansiedad.

4. ¿QUÉ CLASE DE DIOS ES ÉL?

Es razonable pensar que un Dios personal quiera revelarse a sus criaturas como un padre desea que sus hijos lo conozcan. Y en la Biblia, Dios nos dice quién y cómo es.

¿Qué modelo usó Dios para crear al hombre y la mujer?

"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". -- Génesis 1:27.

Nosotros fuimos hechos a imagen de Dios. Por eso podemos tener una relación personal con él. Nuestra capacidad de pensar y sentir, de recordar y esperar, de reflexionar y analizar, todo proviene de él.

¿Cuál es el rasgo sobresaliente de la personalidad de Dios?

"Dios es amor". -- 1 S. Juan 4:8.

Dios se relaciona con los seres humanos con su corazón de amor. Todo lo que él hace está motivado por su amor abnegado.

5. ¿DE QUÉ MODO JESÚS REVELA CÓMO ES DIOS?

En su Palabra, Dios repetidamente se presenta como un padre.

"¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? -- Malaquías 2:10.

Hay muchos padres son realmente indeseables: negligentes, crueles, abusivos. Pero Dios no es así. Él es un padre cariñoso y atento. Se parece a los padres a quienes les agrada jugar con sus hijos; a los que deleitan a sus niños contándoles maravillosas historias.

Nuestro Padre celestial anhela hacer algo más que revelarse en las Santas Escrituras. Por eso decidió entrar en nuestro mundo como una Persona real y específica. Bajó hasta nuestro nivel y llegó a ser como nosotros, para poder enseñarnos cómo vivir y ser felices.

"(Jesús) es la imagen del Dios invisible". -- Colosenses 1:15.

Dios descendió al mundo en la persona de Jesús. Al venir a este mundo, Jesús fue Dios hecho carne. Fue Dios visible, el pensamiento de Dios hecho audible. Jesús mismo dijo: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (S. Juan 14:9). Si usted ha visto a Jesús, ha visto a Dios.

Cuando lea la historia de Jesús en los cuatro primeros libros del Nuevo Testamento -los cuatro Evangelios-, descubrirá un retrato fascinante de nuestro Padre celestial. Pescadores rudos y autosuficientes dejaron sus redes y siguieron a Cristo, y los niños lo rodeaban para que los bendijera. Él podía consolar a los pecadores más atribulados y desenmascarar a los hipócritas. Sanaba con poder a los leprosos y ciegos. Jesús demostró en todos sus actos que "Dios es amor". Él satisfizo las necesidades humanas como nadie lo ha hecho ni lo hará.

La revelación gloriosa y final de Jesús sobre el carácter de Dios, fue en la cruz.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". -- S. Juan 3:16.

Jesús murió no sólo para darnos una vida más feliz, sino para que tengamos vida eterna. Jesús es el "Hijo unigénito" de Dios. Él es el "único" en su clase, el único que es completamente Dios y completamente hombre.

Durante siglos, la humanidad anheló, esperó y soñó acerca de Dios. Veía las obras de sus manos en el cielo y las bellezas en la naturaleza, y pensaba: "¡Si Dios fuera sólo como esto!" Pero Jesús rompió el silencio de siglos en la cruz, y de pronto la gente se encontró contemplando el rostro de Dios, viéndole como realmente es: amor, eterno e inmortal amor.

Usted puede descubrir a Dios ahora mismo como Jesús lo revela. Este descubrimiento lo guiará a hacer esta afirmación personal: "¡Padre, yo te amo!"

Derechos reservados © 2002 The Voice of Prophecy Radio Broadcast
Los Angeles, California, U.S.A.

PODEMOS CREER EN LA BIBLIA

PODEMOS CREER EN LA BIBLIA

Los famosos amotinados que hundieron el barco inglés Bounty, terminaron por establecerse con sus mujeres nativas en la solitaria isla Pitcairn. El grupo estaba formado por nueve marinos ingleses, seis tahitianos, diez tahitianas y una joven de 15 años. Uno de los marineros descubrió cómo destilar alcohol, y muy pronto la borrachera corrompió la comunidad. Las peleas entre hombres y mujeres eran continuas y violentas.

Después de poco tiempo, sólo había un sobreviviente del grupo que primero llegó a la isla; pero este hombre, Alexander Smith, encontró una Biblia en un baúl sacado del barco. Comenzó a leerla y a enseñar a otros lo que él aprendía. Su vida cambió y, finalmente, también la de todos los isleños.

Esta gente estuvo completamente aislada del resto del mundo hasta que en 1808 el barco norteamericano Topaz arribó a la isla. La tripulación encontró una comunidad próspera, ordenada, sin crimen, ni cárcel, ni alcohol. La Biblia había cambiado la isla: de un infierno terrenal se había transformado en lo que Dios desea que sea el mundo. Y así permanece hasta hoy.

¿Habla Dios a la gente mediante la Biblia todavía? Sin la menor duda. Al escribir estas líneas pienso en la respuesta que nos envió un estudiante de uno de nuestros cursos, en la que dijo: "Estoy en la cárcel, sentenciado a muerte por un crimen que cometí. Antes de estudiar este curso estaba perdido; pero ahora tengo una esperanza segura y he hallado un nuevo amor".

La Biblia tiene un poder que transforma la vida. Cuando la gente realmente comienza a estudiarla, sus vidas cambian drásticamente.

1. CÓMO NOS HABLA DIOS A TRAVÉS DE LA BIBLIA

Antes de pecar, Adán y Eva solían hablar con Dios cara a cara. Pero cuando Dios los visitó después que pecaron, ¿qué hicieron ellos?

"Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y la mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto". -- Génesis 3:8. (A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera revisada en 1960.)

El pecado interrumpió el contacto personal con Dios. ¿Qué hizo entonces Dios para comunicarse con el ser humano?

"Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas". -- Amós 3:7.

Dios no nos ha dejado en la oscuridad en cuanto a la vida y su significado. Por medio de sus profetas -personas que él llamó para que hablaran y escribieran en su nombre-- nos ha revelado sus respuestas sobre los grandes interrogantes de la vida.

2. ¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA BIBLIA?

Los profetas dieron los mensajes de Dios en forma oral y escrita mientras vivieron. Más tarde, estos mensajes proféticos fueron reunidos, bajo la dirección de Dios, en el libro que llamamos Biblia.

¿Pero cuán dignos de confianza son estos escritos?

"Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo". -- 2 S. Pedro 1:20-21.

Los escritores de la Biblia no pusieron allí su propia voluntad o deseo. Contaron en lenguaje humano todo lo que vieron y escucharon; pero su mensaje vino de Dios directamente, a través de su Espíritu.

En la Biblia, Dios revela su voluntad y nos asegura que el bien finalmente triunfará sobre el mal y que la paz reinará para siempre en el mundo.

¿Es inspirada toda la Biblia?

"Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, reprender, enmendar e instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, cabalmente instruido para toda buena obra". -- 2 Timoteo 3:16-17.

La Biblia afecta tan profundamente a los seres humanos porque "toda es inspirada por Dios". Si desea saber el porqué de la vida, estudie las Sagradas Escrituras honestamente y con oración. Pida la presencia del Espíritu Santo cada vez que abra sus páginas, y así como inspiró a los profetas en la antigüedad, también le guiará a usted para que sus enseñanzas transformen su vida.

3. LA UNIDAD DE LA BIBLIA

La Biblia está compuesta de 66 libros. Los 39 del Antiguo Testamento fueron escritos entre 1400 y 400 a.C. Los 27 libros del Nuevo Testamento fueron escritos entre los años 50 y 100 d.C.

El profeta Moisés escribió los primeros cinco libros 1400 años a.C. El apóstol Juan escribió el último libro, el Apocalipsis, alrededor del año 95 d.C. Durante los 1.500 años transcurridos entre la redacción del primero y del último libro de la Biblia, por lo menos otros 38 profetas escribieron inspirados por Dios.

Los varios escritores de la Biblia vivieron en diferentes tiempos y culturas, algunos separados por cientos de años. En muchos casos ni se conocieron. Unos eran comerciantes, otros pastores, pescadores, soldados, médicos, predicadores, reyes, etc. Es decir, personas de las más variadas culturas, formas de vida, niveles sociales, y hasta de opuestas filosofías.

Pero lo maravilloso es que los 66 libros de la Biblia, con sus 1.189 capítulos formados por 31.173 versículos, revelan una unidad armoniosa en todo su mensaje.

Supongamos que alguien toca a su puerta y cuando entra deja en la sala de su casa un pedazo raro de mármol. Después sale sin hablar. Así sucesivamente, unos 40 visitantes más hacen lo mismo: uno tras otro coloca su pedazo de mármol junto al primero. Y cuando sale el último, usted contempla, para su asombro, que se ha formado una hermosa estatua. Posteriormente usted descubre que estos "escultores" nunca se conocieron y que provenían de diferentes partes del mundo: China, Brasil, Rusia, India y otras partes del mundo. ¿Qué pensaría usted? Seguramente que alguien planeó la estatua y envió a cada escultor instrucciones exactas y específicas.

La Biblia comunica, en todas sus páginas, un mensaje coherente, como una perfecta estatua de mármol. La asombrosa unidad de la biblia es una prueba fehaciente de que no se trata meramente de literatura humana, sino de la Palabra de Dios.

4. USTED PUEDE CONFIAR EN LA BIBLIA

(1) La preservación de la Biblia es asombrosa. Todos los primeros manuscritos fueron copiados a mano -mucho antes de que se inventara la imprenta. Los escribas hacían copias de los originales, y las distribuían. Muchos de esos manuscritos, o parte de ellos, todavía existen.

Los manuscritos en hebreo del Antiguo Testamento son de los años 150 a 200 a.C. Fueron descubiertos cerca del Mar Muerto en 1947. Es asombroso que esos rollos de más de 2.000 años de antigüedad contengan exactamente las mismas verdades del Antiguo Testamento de nuestra Biblia de hoy. ¡Es una poderosa evidencia para confiar en la divina inspiración de las Sagradas Escrituras!

Los apóstoles escribieron mucho del Nuevo Testamento en forma de cartas, dirigidas a las iglesias que se establecieron después de la resurrección de Jesús. En los grandes museos de Europa y América se exhiben más de 4.500 manuscritos o parte de ellos. Algunos son del siglo II d.C. Si los comparamos con nuestras Biblias, podemos ver que el Nuevo Testamento esencialmente no ha sufrido cambios desde que fue escrito por primera vez.

La Biblia ha sido traducida total o parcialmente a más de 2.060 lenguas y dialectos, y sigue siendo el Libro más vendido. Cada año se venden más de 150 millones de Biblias o parte de ella.

(2) La exactitud histórica de la Biblia es asombrosa. Los descubrimientos arqueológicos han confirmado dramáticamente el carácter fidedigno del registro bíblico. Los historiadores han descubierto tablas de arcilla y monumentos de piedra que han arrojado luz sobre nombres, lugares y sucesos conocidos antes sólo por la Biblia.

Por ejemplo: según Génesis 11:31 Abrahán y su familia "salieron de Ur de los Caldeos para ir a la tierra de Canaán". Los eruditos afirmaban que Ur nunca existió, pero los arqueólogos desenterraron un templo en Irak y en un cilindro encontraron escrito, en signos cuneiformes, el nombre de Ur. Hallazgos posteriores mostraron que Ur era una ciudad próspera y cuna de una gran civilización. La identidad de la ciudad había sido olvidada por los historiadores, pero la Biblia preservó su nombre -hasta que la pala del arqueólogo confirmó su autenticidad. Y Ur es solamente uno de los muchos ejemplos con los que la información arqueológica confirma la exactitud de la Biblia.

(3) El cumplimiento exacto de las predicciones de la Biblia prueba que usted puede confiar en ella. Las Sagradas Escrituras contienen muchas asombrosas predicciones de eventos futuros que se están cumpliendo ante nuestros ojos. Examinaremos algunas de estas profecías en las
próximas lecciones.

5. ¿CÓMO ENTENDER LA BIBLIA?

Al explorar la Palabra de Dios recuerde estos siete principios:
(1) Estudie la Biblia con una sincera oración. Si se acerca a ella con mente y corazón abiertos por medio de la oración, experimentará un contacto personal con Jesús. (Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; ...porque tomará de lo mío y os lo hará saber" (S. Juan 16:13-14).
(2) Lea la Biblia diariamente. El apóstol Pablo alabó a los cristianos de Berea porque "recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran" ciertas (Hechos 17:11). El estudio diario de la Biblia es la clave del poder en nuestras vidas.
(3) Deje que la Biblia hable por sí sola. La Biblia es un mensaje de Dios,
por ende se constituye no sólo en la verdad sino también en la prueba de toda verdad (Isaías 8:20). No debemos dejar que cualquier creencia "religiosa" o principio explique cualquier parte de las Escrituras. Tratar de que la Biblia cuadre dentro de una idea preconcebida sólo hará que "torzamos" la Biblia para nuestra "propia perdición" (S. Pedro 3:16).
Asegúrese que comprende cada declaración de la Biblia según su contexto; a quién se habla, cuál es el problema, qué otras palabras son pertinentes, etc. La pregunta clave es: ¿Qué quiere decir el escritor? Después de captar lo que dice el texto podemos aplicarlo inteligentemente a nuestras vidas.
(4) Estudie la Biblia por temas. Para comprender bien las verdades bíblicas debemos dejar que la Biblia sea sus propio intérprete. ¿Cómo? Compare texto(s) con texto(s). Jesús usó este método para demostrar que él era el Mesías:
"Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían". -- S. Lucas 24:27.
Colocando en orden todo lo que la Biblia dice sobre un tema específico, tendremos una perspectiva balanceada, en armonía con el punto de vista divino.
(5) Estudie la Biblia para recibir poder para vivir para Cristo. La Palabra de Dios es una "espada de dos filos", como se describe en Hebreos 4:12. Es un arma viviente en nuestras manos para vencer las más persistentes tentaciones.
(6) Escuche cómo le habla Dios por medio de su Palabra. Si desea conocer una verdad específica de la Biblia, debe seguir lo que ella enseña (S. Juan 7:17). No lo que usted piensa, o lo que otro piensa, o lo que alguna iglesia enseña.

6. LA BIBLIA PUEDE CAMBIAR SU VIDA

"La exposición de tus palabras (de Dios) alumbra; hace entender a los simples". -- Salmos 119:130.

Nada fortalece el entendimiento como el estudio de la Biblia. Si usted estudia profundamente la Biblia y asimila sus enseñanzas en su vida, le dará fuerzas para vencer los hábitos destructivos y lo capacitará para desarrollar al máximo su personalidad, tanto en el aspecto físico, como mental, moral y espiritual.

La Biblia habla al corazón. Trata las experiencias de la humanidad: nacimiento, amor, matrimonio, paternidad y muerte. Las Escrituras sanan la herida más profunda de la naturaleza humana: la caída en el pecado y la miseria que produjo. Aunque fue escrita en el Oriente, también habla a los hombres y mujeres de Occidente. Entra tanto en la choza del humilde como en la mansión del rico. A los niños les encantan sus emocionantes historias. Sus héroes inspiran a los jóvenes. Los padres hallan en ella la sabiduría para criar a sus hijos. Los enfermos, los solitarios y los ancianos descubren en sus páginas seguridad y esperanza para una vida mejor.

La Biblia es poderosa porque Dios habla a través de ella. La Biblia quebranta los corazones más endurecidos, los suaviza y llena de amor. La Biblia transforma a un bandido en un celoso predicador, o a un mentiroso y estafador en un maestro honesto..

Hemos visto también cómo el poder de Dios contenido en este Libro ha salvado a personas que estaban al borde del suicidio, dándoles un nuevo comienzo lleno de esperanza. La Biblia despierta amor entre enemigos. Hace humilde al orgulloso y generoso al egoísta. Fortalece nuestras debilidades, nos alegra en el abatimiento, nos reconforta en el dolor, nos orienta en la incertidumbre, nos alivia cuando estamos cansados. Muestra a hombres y mujeres cómo vivir con ánimo y morir sin temor.

¡La Biblia, el Libro de Dios, puede cambiar su vida! Lo podrá comprobar a medida que estudie estas Guías de la Serie DESCUBRA.

¿Por qué la Biblia fue escrita para nosotros? Jesús responde:

"Las Escrituras... dan testimonio de mí". -- S. Juan 5:39.

"Pero éstas (las verdades de la Biblia) se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre". -- S. Juan 20:31.

La razón mayor por la cual debemos familiarizarnos con las Sagradas Escrituras es porque están llenas de escenas que revelan a Jesús y nos aseguran la vida eterna. Al mirar a Cristo a través de la Biblia somos transformados y llegamos a ser como él (2 Corintios 3:18).

Descubra el poder de la Palabra de Dios que puede hacer su vida más parecida a la de Jesús.

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¿REALMENTE LE IMPORTA MI VIDA A DIOS?

¿REALMENTE LE IMPORTA MI VIDA A DIOS?

Algunas mañanas, el mundo parece un paraíso. Usted se levanta, respira profundamente y ve cómo el dorado sol esparce su luz por los campos y los árboles. En ciertos momentos, la vida parece muy hermosa: el rostro querido de un amigo, una sublime pieza musical que complementa perfectamente el estado de ánimo, el inesperado afecto de un niño...

Pero otros días, el mundo parece horroroso. Al abrir el periódico, uno queda consternado: otra explosión terrorista que mutiló o dejó ciego a un niño, un asesino que mata a su décima víctima, otra guerra, un hambre más, otro terremoto, etc.

¿Qué significa esto? ¿Podemos comprender nuestro maravilloso pero terrible mundo? ¿Por qué existimos? ¿Le importa realmente mi vida a Dios, o no soy mas que un pequeño engranaje en la inmensa maquinaria cósmica?

1. DIOS CREÓ UN MUNDO PERFECTO

Dios es el Creador, el Arquitecto y Diseñador de todo lo que existe: desde las estrellas de descomunales dimensiones hasta las alas de una pequeña mariposa.

"Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca... Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió". -- Salmos 33:6-9. (A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera revisada en 1960.)

Dios sólo habló y los elementos obedecieron su voz.

2. SEIS DÍAS PARA CREAR EL MUNDO

"Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo sagrado". -- Éxodo 20:11, Biblia de Jerusalén.

El eterno y todopoderoso Creador podría haber hecho el mundo en un momento "por el aliento de su boca". Pero decidió hacerlo en seis días --aunque hubiera sido suficiente para él seis minutos o solamente seis segundos. El primer capítulo de la Biblia describe lo que Dios creó cada día de esa primera semana.

¿Qué obra maestra creó Dios el sexto día?

SEMANA DE LA CREACIÓN

Día 1 - la luz; secuencia del día y la noche
Día 2 - la atmósfera terrestre
Día 3 - la tierra seca y la vegetación
Día 4 - el sol, la luna y las estrellas
Día 5 - las aves y los peces
Día 6 - el resto de los animales y el hombre
Día 7 - el sábado

"Y CREÓ DIOS EL HOMBRE A SU IMAGEN, a imagen de Dios lo creó; VARÓN Y HEMBRA LOS CREÓ". -- Génesis 1:27.

Dios creó individuos como él, que pudieran razonar, sentir y amar. Para el sexto día, el mundo estaba lleno de vegetación y animales, y entonces Dios presentó la obra maestra de su creación.

De acuerdo a Génesis 2:7, el Creador formó a Adán del polvo de la tierra, y cuando sopló en su nariz "aliento de vida... fue el hombre un "ser viviente". Dios llamó al primer hombre creado a su imagen Adán, que significa "hombre", y a la primera mujer llamó Eva, que significa "viviente". El amante Creador vio la necesidad de la compañía humana.

Adán y Eva reflejaban la imagen de Dios. El Todopoderoso podía haber programado seres como robots, que vagaran alegremente por el Jardín del Edén y le rindieran adoración. Pero él quería algo más: una relación personal. Los robots pueden sonreír, hablar, pero no pueden amar.
Dios nos creó a su "imagen", con la capacidad de pensar, recordar, decidir, comprender y amar. Adán y Eva eran la corona de la creación.

3. EL MAL ENTRA EN UN MUNDO PERFECTO

Adán y Eva tenían todo lo que necesitaban para ser felices: perfecta salud mental y física y vivían en un hermoso hogar (Génesis 1:28-31; 2:8). Disfrutaban de la compañía personal de Dios y ningún rastro de preocupación, o temor ensombrecía sus vidas.

Pero, ¿qué sucedió para que el mundo se transformara en un lugar de sufrimiento y tragedia? Los capítulos 2 y 3 de Génesis nos lo explican. He aquí un breve resumen:

Un tiempo después de que Dios creara el mundo, el diablo entró al Edén para tentar a Adán y Eva a desobedecer a su Hacedor. Pero Dios limitó su campo de acción e influencia a un árbol: el "árbol de la ciencia del bien y del mal" (Génesis 2:9). El Creador les aconsejó que no se acercaran a ese árbol y que no comieran de su fruto, pues si lo hacían, morirían (Génesis 3:3).

Un día, sin embargo, Eva se acercó al árbol prohibido, y el enemigo entró en acción. Le dijo que Dios había mentido, y que si comía del fruto de ese árbol no moriría, sino que adquiriría la sabiduría de Dios y conocería a fondo el bien y el mal. Hasta ese día Adán y Eva eran perfectos, pero permitieron que Satanás los engañara y probaron del fruto prohibido. Rompieron el vínculo de confianza y obediencia a Dios.

El Todopoderoso había hecho planes para que Adán y Eva fueran los mayordomos de la creación divina (Génesis 1:26); pero al elegir ellos obedecer a Satanás, perdieron su soberanía. Desde entonces, el enemigo reclama este mundo como suyo, y hace cuanto puede para esclavizarlo.
Muchas veces somos crueles y egoístas cuando hacemos lo que no deberíamos hacer. ¿Por qué? Porque hay un enemigo invisible, Satanás, que trabaja para que hagamos el mal.

El capítulo 3 de Génesis relata que el pecado hizo que Adán y Eva sintieran miedo y se escondieran de su Creador. El pecado afectó negativamente toda la creación. Aparecieron las espinas entre las flores. La tierra comenzó a sufrir sequía y el trabajo llegó a ser una carga pesada. La enfermedad, el odio y la envidia aumentaron las miserias humanas. Pero lo más terrible de todo, es que sobrevino la muerte.

4. ¿QUIEN ES EL ENEMIGO QUE INFECTÓ NUESTRO MUNDO CON EL PECADO?

La Biblia enseña claramente que hay un enemigo real y personal. ¿Qué descripción nos da de él?

"Él (el diablo) ha sido HOMICIDA DESDE EL PRINCIPIO, ...porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso y PADRE DE MENTIRA" -- S. Juan 8:44.

De acuerdo a Jesús, el diablo es el autor del pecado en el universo; es asesino y mentiroso.

El filósofo inglés Thomas Carlyle llevó a Ralph Waldo Emerson por algunas de las peores calles de Londres. Mientras caminaban silenciosamente observando la miseria y el mal, Carlyle preguntó a Emerson: "¿Cree usted ahora en el diablo?" Este paseo lo podemos hacer en la actualidad por cualquier gran ciudad y preguntarnos lo mismo.

5. ¿CREÓ DIOS EL MAL?

No, un buen Dios nunca hubiera creado el mal. La Biblia describe que el diablo, juntamente con los ángeles engañados, perdieron su lugar en el cielo. ¿Cómo?

"Después hubo una gran BATALLA EN EL CIELO: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban EL DRAGÓN Y SUS ÁNGELES. Pero no prevalecieron, NI SE HALLÓ YA LUGAR PARA ELLOS EN EL CIELO. Y fue lanzado fuera el dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él". -- Apocalipsis 12:7-9.

Pero, ¿de dónde vino el mal? ¿Cómo apareció primero en el cielo?

"Tú, QUERUBÍN GRANDE, PROTECTOR, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. PERFECTO ERAS EN TODOS TUS CAMINOS desde el día QUE FUISTE CREADO, hasta que se halló en ti maldad". -- Ezequiel 28:14-15.

Dios creó un ángel perfecto, el líder de los ángeles del cielo, que habita-ba cerca del trono de Dios. Pero poco a poco se transformó en Satanás. En él "se halló... maldad". Expulsado del cielo y fingiendo ser amigo e Adán y Eva, se convirtió en su peor enemigo.

6. ¿POR QUÉ LUCIFER, ESTE QUERUBÍN GRANDE, PECÓ?

Si Dios creó a Lucifer como un ángel perfecto, ¿cómo llegó a ser pecador?

"¡CÓMO CAÍSTE DEL CIELO, oh Lucero, hijo de la mañana! CORTADO FUISTE POR TIERRA... Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono... Y SERÉ SEMEJANTE AL ALTÍSIMO". -- Isaías 14:12-14.

El ser que se convirtió en Satanás originalmente se llamaba Lucifer, que significa "estrella de la mañana". Pero en el corazón de ese ángel comenzó a nacer la ambición, la vanidad y el orgullo: semilla que se convirtió en una obsesión por usurpar el lugar de Dios. Ocupaba una elevada posición en el cielo, pero codiciaba más.

Lucifer tuvo que haber trabajado mucho para convencer a otros ángeles de que él tenía un mejor plan, que Dios les ocultaba algo y que la ley divina era demasiado estricta. Se esforzó por presentar a Dios como un déspota. Difamó el nombre de Aquél cuyo carácter se define como "amor". ¿Cómo se resolvió ese conflicto?

"Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra". -- Ezequiel 28:17.

Cuando el corazón de Lucifer se llenó de orgullo y se rebeló, Dios lo echó del cielo, porque el orgullo y el egoísmo, la raíz de todo pecado, no pueden estar en la presencia de Dios. La envidia transformó al jefe de los ángeles en diablo, o Satanás. Y Dios, para mantener la paz y la armonía, lo expulsó del cielo juntamente con una tercera parte de los ángeles que se unieron en la rebelión (Apocalipsis 12:7-9).

7. ¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE DEL PECADO?

¿Por qué no creó Dios seres incapaces de pecar? Si lo hubiera hecho, no existiría el problema del pecado en el mundo. Pero el Creador quería que el hombre tuviera compañerismo con él, por eso lo hizo a su "imagen". Eso significa un ser libre y responsable, que lo ame o lo rechace, de acuerdo a la decisión que haga.

"Escogeos hoy a quién sirváis". -- Josué 24:15.

Dios dio a los ángeles y a los hombres la capacidad y libertad de escoger. Él desafía a los seres que creó a que escojan correctamente, pues su capacidad de razonar les dirá que el mejor camino es el de Dios.

Sólo los seres con capacidad de razonar y escoger pueden experimentar el verdadero amor. Dios quiso crear individuos que pudieran entender y apreciar su carácter, que respondieran libremente con amor, y que se amaran unos a otros. Dios quiso tanto compartir su amor que estuvo dispuesto a correr el enorme riesgo de crear gente con la capacidad de escoger, incluso el mal. Y Satanás fue el primer ser que hizo esa terrible elección. La tragedia del pecado comenzó con él (1 S. Juan 3:8).

8. LA CRUZ HIZO POSIBLE LA DESTRUCCIÓN DEL PECADO

Pero, ¿por qué Dios no destruyó a Satanás antes de que el pecado se esparciera? Recordemos que el diablo había desafiado la imparcialidad del gobierno de Dios; había mentido en cuanto a Dios. Si Dios lo hubiera destruido inmediatamente, los ángeles le habrían servido por temor y no por amor. Esto hubiera anulado el plan que Dios tenía de crear seres con la capacidad de escoger.

Este planeta es un campo de prueba donde contrasta el carácter de Dios con la naturaleza de Satanás. ¿Quién tiene razón? Satanás fue tan sutil que pasaría mucho tiempo antes de que todos pudieran comprender cuán desastroso es seguirlo. Pero finalmente se verá que "la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23).

Entonces, todo ser en el universo exclamará:

"Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos... por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado". -- Apocalipsis 15:3-4.

Después que todos comprendan la naturaleza moral del pecado y la naturaleza destructiva de la filosofía de Satanás, Dios destruirá a Satanás y el pecado, y a los que tenazmente se unen a él y se oponen a la gracia divina.

Dios anhela resolver el problema del pecado y el sufrimiento tanto como nosotros. Él ha prometido destruirlo para siempre, purificando los cielos y la tierra con fuego (2 S. Pedro 3:10, 13). Después, el pecado nunca más infectará el universo. Los trágicos resultados del pecado serán tan evidentes, que la desobediencia será repugnante por toda la eternidad.

¿Qué hará posible la destrucción final del pecado y Satanás?

"Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él (Cristo) también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre". -- Hebreos 2:14-15.

En la cruz, todo el universo vio a Satanás tal cual era: engañador, mentiroso, asesino. Allí reveló su verdadero carácter cuando impulsó a los hombres a matar al Hijo de Dios. Los habitantes de todo el universo vieron cuán insensible y cruel es el pecado. La cruz desenmascaró los verdaderos motivos de Satanás y cuando Dios destruya al maligno y a todos los que persisten en el pecado, reconocerán que Dios es justo.

La muerte de Jesús en la cruz expuso el intento de Satanás delante de todos los seres creados (S. Juan 12:31-32). También reveló a Cristo como es: el Salvador del mundo. Allí se estableció, más allá de toda duda, que el poder del amor fue lo que motivó a Dios en todo su trato con Satanás, con el pecado y con los pecadores.

La sublime demostración del incondicional amor de Dios demostrado en la cruz, contrarrestó las artimañas de Satanás. La batalla había sido sobre quién gobernaría el universo: Cristo o Satanás. La cruz lo resolvió para siempre: ¡Cristo reinará sobre todo!

¿Ha pensado usted en una relación con el Salvador que murió para revelar su incomparable e inmutable amor? Qué siente usted por Aquél que vino a nuestro mundo como un ser humano y murió en su lugar para salvarlo de las consecuencias del pecado? ¿Inclinará su cabeza y le dará gracias a Jesús, y luego le pedirá que venga y tome posesión de su vida?

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UN PLAN PARA SU VIDA

UN PLAN PARA SU VIDA

Después que un ministro predicó sobre el tema "por qué creo en Jesús", un joven bien vestido lo visitó, y le dijo: "Su sermón fue muy interesante, pero todo lo que dijo de Jesús lo sacó de su Biblia. Dígame, si Cristo vivió sobre la tierra, ¿por qué la historia no habla de él?

"Es una buena pregunta -respondió el predicador mientras tomaba unos libros de la biblioteca-. Pero la historia sí habla de Cristo".

"Me gustaría leerlo personalmente", contestó el joven.

"Muy bien -le respondió-, en la Carta 97 del Libro 10 de las Cartas de Plinio el Joven, procónsul de Roma en Bitinia, una provincia romana de Asia Menor, Plinio le cuenta al emperador Trajano acerca de los sucesos en su provincia. Aquí le pide consejo sobre cómo tratar a una nueva secta, los cristianos. Le dice que crecen rápidamente y cantan himnos compuestos para su líder, Cristo. Plinio envió esta carta en el año 110 d.C. Este documento ofrece una evidencia del hombre llamado Cristo y del esparcimiento de su fe desde los días de los apóstoles".

Sorprendido, el joven le pidió que le dijera más. El ministro buscó en otro libro, y agregó: "Otro historiador contemporáneo de Plinio, fue Tácito. En sus Anales (libro 15, capítulo 44) habla de los cristianos, odiados y perseguidos por Nerón en el tiempo del incendio de Roma. Tácito explica que el nombre "cristianos" derivaba del nombre de Cristo, quien había sido muerto por Poncio Pilato, procurador de Judea, durante el reinado de Tiberio. Todos estos detalles de Tácito concuerdan con los nombres, sucesos y lugares que menciona la Biblia.

Pastor -dijo el joven-, ¡yo no sabía que estas cosas estaban en la historia secular!

Después el ministro agregó: "Quiero que usted sepa que en el año 180 d.D. Celso escribió un libro para atacar a los cristianos, indicando que en ese tiempo ya eran una fuerza reconocida . "Si aún lo duda -le dijo-, recuerde que las historias de los cuatro Evangelios son tan fidedignas como la de los libros seculares".

El joven se fue convencido de que Jesucristo era una figura real e histórica.

1. CRISTO HA EXISTIDO DESDE LA ETERNIDAD

Jesús no sólo fue un hombre bueno, sino también Dios. ¿Qué reclamó Cristo para sí en cuanto a su divinidad?

"Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto... El que me ha visto a mí, ha visto al Padre". -- S. Juan 14:7-9. (A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera revisada en 1960.)

Si usted desea saber las respuestas a las preguntas "¿Quién es Dios?", "¿Cómo es él?", mire a Jesús, quien declaró:

"Yo y el Padre uno somos". -- S. Juan 10:30.

Dios el Padre y Jesús el Hijo, existieron juntos desde la eternidad (Hebreos 1:8). No hubo momento alguno en que Jesús no fuera uno con el Padre. El Padre tiene el mismo amor y cuidado por cada persona que el que Cristo mostró cuando vivió en la tierra.

2. CRISTO, CORAZÓN DE LA HISTORIA Y DE LA PROFECÍA

Una de las cosas que hace que Cristo sea completamente único, es esta: su biografía fue escrita siglos antes de que naciera. Las profecías del Antiguo Testamento presentan un claro bosquejo anticipado de su vida, de su muerte y de su resurrección. El Nuevo Testamento nos habla de su cumplimiento.

Los profetas que vivieron de 500 a 1.500 años antes del nacimiento de Cristo registraron numerosas y claras profecías en cuanto a la venida del Mesías. Esas profecías identifican la ciudad en donde nacería Cristo, su nombre y su obra. Presentan detalles de su juicio y los sucesos relacionados con su muerte. Hasta se registra el año, el día y la hora de su muerte, y que resucitaría al tercer día. Cuando la gente comparaba la vida de Jesús con las profecías, ¿a qué conclusión llegaban?

"Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret". -- S. Juan 1:45.

En su primera aparición pública, nuestro Salvador citó las profecías para establecer su identidad. Después de citar un pasaje del Antiguo Testamento, declaró:

"Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros". -- S. Lucas 4:21.

Y horas después de su resurrección, recordó a dos de sus discípulos las profecías que lo señalaban, con estas palabras:

"¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas... Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían". -- S. Lucas 24:25-27.

3. LA VIDA DE CRISTO, UN CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA

Veamos algunos de estos mensajes proféticos del Antiguo Testamento y su cumplimiento en la vida de Cristo.

SU LUGAR DE NACIMIENTO
Profecía del Antiguo Testamento:
"Pero tú. Belén Efrata..., de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad". -- Miqueas 5:2.
Su cumplimiento en el Nuevo Testamento:
"...Jesús nació en Belén de Judea... porque así está escrito por el profeta". -- S. Mateo 2:1, 5.

SU NACIMIENTO DE UNA VIRGEN
Profecía del Antiguo Testamento:
"He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (Dios con nosotros)". -- Isaías 7:14.
Su cumplimiento en el Nuevo Testamento:
"José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados". -- S. Mateo 1:20-21.

SU LINAJE DE LA TRIBU DE JUDÁ
Profecía del Antiguo Testamento:
"No será quitado el cetro de Judá...hasta que venga Siloh". -- Génesis 49:10.
Su cumplimiento en el Nuevo Testamento:
"Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá". -- Hebreos 7:14.

SU RECHAZO
Profecía del Antiguo Testamento:
"Despreciado y desechado entre los hombres". -- Isaías 53:3.
Su cumplimiento en el Nuevo Testamento:
"A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron". -- S. Juan 1:11.

SU TRAICIÓN Y EL PRECIO PAGADO A SU TRAIDOR
Profecía del Antiguo Testamento:
"Aún el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar". -- Salmos 41:9.
"Y les dijo: Si os parece bien dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron mi salario treinta piezas de plata". -- Zacarías 11:12.
Su cumplimiento en el Nuevo Testamento:
"Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón". -- S. Juan 13:26.
"Entonces, uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata". -- S. Mateo 28:14-15.

SU MUERTE EN LA CRUZ
Profecía del Antiguo Testamento:
"Horadaron mis manos y mis pies". -- Salmos 22:16.
Su cumplimiento en el Nuevo Testamento:
"Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron allí". -- S. Lucas 23:33.

SU SALIDA DE LA TUMBA
Profecía del Antiguo Testamento:
"Porque no dejarás mi alma en el Seol (sepulcro), ni permitirás que tu santo vea corrupción". -- Salmos 16:10.
Su cumplimiento en el Nuevo Testamento:
"Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades (sepulcro), ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos". -- Hechos 2:31-32.

La evidencia es poderosa porque Cristo no cumplió sólo unas pocas profecías. Su biografía fue escrita con anticipación, por medios sobrenaturales. ¡Cristo verdaderamente es el Hijo de Dios!

Ante tales evidencias, con oración debemos hacer una sincera decisión acerca de quién es el Señor de nuestras vidas. Si usted todavía no la ha hecho, ¿por qué no decide ahora poner su vida en las manos de Jesús?

4. UNA VIDA PLANEADA

Jesús vivió una vida planeada por Dios cientos de años antes de su nacimiento. Y él, consciente de este hecho, estaba atento a la dirección divina. Por eso dijo:

"Nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo..., porque yo hago siempre lo que le agrada". -- S. Juan 8:28-29.

La mente y el corazón de Dios también tienen un plan para cada ser humano. Él sabe bien cómo cada uno de nosotros puede satisfacer sus más profundos anhelos y tener vida abundante.

Rafael no se sentía muy seguro de querer someter su vida al plan de Dios. Cuando tuvo que escoger a qué colegio asistir, por primera vez en su vida decidió buscar la dirección divina. Después de orar por varios días y escuchar el consejo de otros, decidió asistir a una universidad desconocida en el oeste de Illinois. Se matriculó no de muy buena gana; al poco tiempo había hecho amistad con unos maravillosos jóvenes cristianos que pertenecían a la Cruzada por Cristo. Esta experiencia cambió totalmente su vida. Cuando Rafael mira hacia atrás, se da cuenta de que siempre que ha tenido que tomar una decisión y ha buscado la ayuda divina, "Dios le abrió una nueva y grande dimensión en su vida"

¿Cómo podemos conocer el plan divino para nuestra vida?
a) LA BIBLIA
Según el salmista, ¿cuál es el Libro guía?
"Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino". -- Salmos 119:105.
La Palabra de Dios renueva nuestras mentes y les da otras perspectivas (Romanos 12:2; Salmos 119:99). Unos momentos dedicados regularmente al estudio de las Escrituras es la mejor manera de lograr nuestros propósitos.
b) CIRCUNSTANCIAS PROVIDENCIALES
Dios también nos guía mediante circunstancias divinamente dirigidas. El Salmo 23 presenta a Dios como el Buen Pastor. Un pastor guía a sus ovejas a través de los valles rocosos y de verdes pastos. Él puede beneficiar a las ovejas y enseñarles en las más variadas experiencias. Tenemos un Pastor que siempre está a nuestro lado.
c) COMUNICACIÓN DIRECTA DE DIOS AL CORAZÓN
Dios nos dirige también hablando a nuestra conciencia. San Pablo dice que el Espíritu de Dios puede alumbrar "los ojos de vuestro entendimiento" (Efesios 1:18). Cuanto más nos comuniquemos con Dios tanto más él podrá guiarnos. Él impresiona nuestro razonamiento y nuestro juicio para que podamos ver claramente el siguiente paso que debemos tomar.

5. LAS INSTRUCCIONES DEBEN ARMONIZAR

Es posible, sin duda, que usted piense que vive según la voluntad divina, pero está siguiendo sus propios impulsos e inclinaciones (Proverbios 16:25). Nuestros sentimientos deben armonizar con las enseñanzas de la Biblia. No es seguro pensar que Dios nos dirige, a menos que armonicen las tres guías que acabamos de exponer.

Tomemos por ejemplo a Pedro. Tenía una buena esposa y dos niños, pero entró en relaciones con otra dama. ¿Cómo reconciliar su conducta con la enseñanza clara de la Biblia contra el adulterio? Él dijo a sus amigos: "He orado sobre esto, y siento que es la voluntad de Dios".

Las emociones y sentimientos de Pedro lo llevaron por el camino equivocado. Pensaba que esta relación era "providencial" y no se detenía a meditar en su situación a la luz de la enseñanza bíblica. Si lo hubiera hecho, se habría dado cuenta que estaba confundiendo sus apetitos carnales con impresiones divinas.

¿Cuál es la prueba definitiva para determinar el curso correcto de acción? La Biblia dice:
"¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (están a oscuras). -- Isaías 8:20.

Nunca debemos permitir que impresión alguna, o circunstancia dudosa, nos aparte de los principios bíblicos.

6. SOMETIÉNDOSE AL PLAN DE DIOS

Cuando Satanás se acercó a Jesús en el desierto para tentarlo, le sugirió: "Si sólo renuncias a los dolorosos sacrificios que tu Padre ha planeado para ti, yo pondré el mundo en la palma de tus manos: fama, fortuna y una vida llena de comodidades". Y Satanás hasta se atrevió a citar las Escrituras en su intento por extraviar a Jesús. Pero Jesús, cada vez le respondía con estas palabras: "Escrito está" (S. Mateo 4:1-11).

La lección más provechosa que podemos aprender de la vida de Jesús fue su sometimiento a la voluntad de su Padre. Aun en el huerto del Getsemaní, exclamó: "Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú" (S. Mateo 26:39). Después de tres años de ministerio viviendo día a día en armonía con el plan de su Padre, al morir pudo decir: "Consumado es" (S. Juan 19:30). Lo que Jesús realmente quiso decir es: "El plan de Dios para mi vida se ha cumplido cabalmente".

A medida que usted escuche la voz divina a través de su Palabra, por medio de circunstancias providenciales o directamente a su corazón, podrá aceptar su dirección de todo corazón. Entonces, usted también podrá descubrir el gozo de una vida dirigida por Dios.

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¿QUÉ PASA CUANDO UNA PERSONA MUERE?

¿QUÉ PASA CUANDO UNA PERSONA MUERE?

Nos estremecemos cuando un niño pregunta: "¿Qué significa morir? Nos incomoda hablar de la muerte, o aun pensar en ella. La muerte es el enemigo común de todos.

1. ENFRENTANDO LA MUERTE SIN TEMOR

Todos nosotros en algún momento, quizás después del fallecimiento de un amigo o de un ser amado, hemos sentido esa opresión en el corazón, ese sentimiento de soledad que nos agobia, al advertir dolorosamente que la vida tiene fin.

En un asunto tan importante, que apela tanto a nuestras emociones, nos preguntamos: ¿dónde podemos aprender la verdad acerca de lo que pasa cuando morimos? Afortunadamente, parte de la misión de Cristo en la tierra fue "librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre" (Hebreos 2:15). Y en las Sagradas Escrituras, Jesús presenta mensajes de aliento y contesta claramente todas nuestras preguntas sobre la muerte, la resurrección y la vida futura.

2. CÓMO NOS HIZO DIOS

Para entender realmente la verdad que la Biblia nos presenta acerca de la muerte, comencemos viendo cómo nos hizo nuestro Creador.

"Entonces JEHOVÁ DIOS formó al hombre (Adam, en hebreo) del polvo de la tierra (adamah, en hebreo)". -- Génesis 2:7. (A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera revisada en 1960.)

El Creador hizo a Adán "del polvo de la tierra". Después que hubo combinado los elementos deseados, su energía creadora le dio vida a la forma inerte.

Para ello, Dios sopló en sus narices "el aliento de vida", y Adán pasó a ser un "ser viviente" (en hebreo, "un alma viviente"). Note que la Biblia no dice que Adán recibió un alma, sino que el hombre "fue un ser viviente". De modo que podríamos resumir la ecuación humana en esta fórmula:

"Polvo de la tierra" + "Aliento de vida" = "Un alma viviente"
Cuerpo sin vida + Aliento de Dios = Un ser viviente

De modo que somos una entidad completa, no dos o más partes distintas que fueron juntadas. Mientras respiremos seremos un ser humano viviente, un alma viviente.

3. ¿QUÉ PASA CUANDO UNA PERSONA MUERE?

Al morir, tiene lugar el proceso inverso que ocurrió en la creación, como se describe en Génesis 2:7:
"Y el POLVO vuelva a la tierra, como era, y el ESPÍRITU (aliento de vida) vuelva a Dios que lo dio". -- Eclesiastés 12:7.

A menudo la Biblia usa las palabras hebreas "aliento" y "espíritu" en forma intercambiable. Cuando la gente muere, su cuerpo se hace "polvo" y el "espíritu" o "aliento de vida" vuelve a Dios, su fuente. ¿Pero qué ocurre con el alma?

"Vivo yo, dice Jehová el SEÑOR, ...he aquí todas LAS ALMAS SON MÍAS; ...EL ALMA QUE PECARE, ESA MORIRÁ". -- Ezequiel 18:3-4.

¡El alma muere! No es inmortal. Puede perecer. Los dos pasajes bíblicos anteriores muestran que la ecuación que se deriva de Génesis 2:7, cuando Dios nos hizo, se revierte en el momento de la muerte.

"Polvo de la tierra" - "Aliento de vida" = "Un alma muerta"
Cuerpo sin - Aliento de Dios = Un ser muerto

La muerte es la cesación de la vida, la supresión total de las actividades del espíritu, el alma y el cuerpo. El cuerpo se desintegra y se convierte en polvo, y el aliento o espíritu vuelve a Dios. En vida somos seres vivientes, un alma viviente; pero al morir, somos meramente un cadáver, un alma muerta. Cuando Dios recibe el aliento de vida que nos dio, nuestra alma muere.

4. ¿CUÁNTO SABE UNA PERSONA MUERTA?

Después de la muerte, el cerebro se desintegra: no puede conocer, comprender o recordar nada. Todas las emociones cesan.

"Su amor, y su odio y su envidia fenecieron ya". -- Eclesiastés 9:6.

Los muertos no son conscientes en absoluto de lo que ocurre en la tierra. No tienen el menor contacto con los vivos:
"Porque los que viven saben que han de morir, mas los muertos nada saben... porque su memoria es puesta en olvido". -- Eclesiastés 9:5.

La muerte es como un sueño en el cual no se sueña nada. En efecto, la Biblia llama a la muerte "un sueño" 54 veces. Jesús también enseñó a sus discípulos que la muerte es un sueño, cuando dijo:

"Nuestro amigo LÁZARO DUERME; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: LÁZARO HA MUERTO". -- S. Juan 11:11-14.

Cuando Jesús llegó, hacía cuatro días que Lázaro había muerto. Al acercarse a la tumba probó que para Dios es tan fácil levantar a un muerto como para nosotros despertar a un compañero que duerme.

Es muy consolador saber que nuestros amados que han muerto están "durmiendo", descansando serenamente en Jesús. El túnel de la muerte es un sueño tranquilo y pacífico.

5. ¿SE OLVIDA DIOS DE LOS QUE DUERMEN EL SUEÑO DE LA MUERTE?

La muerte es un sueño, pero no es el fin de la historia. Junto a la tumba de Lázaro, Jesús le dijo a Marta, su hermana:

"YO SOY LA RESURRECCIÓN y la vida; EL QUE CREE EN MÍ, aunque esté muerto, VIVIRÁ". -- S. Juan 11:25.

Los que mueren "en Cristo" duermen en la tumba, pero les aguarda un brillante futuro. Aquel que sabe cuántos cabellos tenemos y que nos guarda en la palma de su mano, no nos olvidará. Podemos morir y volver al polvo de la tierra, pero el registro de nuestra individualidad permanece claro en la mente de Dios. Y cuando Jesús regrese despertará a los justos de su sueño, tan cierta y complemente como resucitó a Lázaro.

"Tampoco queremos... que ignoréis acerca de LOS QUE DUERMEN, PARA PARA QUE NO OS ENTRISTEZCÁIS COMO LOS OTROS QUE NO TIENEN ESPERANZA... Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y LOS MUERTOS EN CRISTO RESUCITARÁN PRIMERO. Luego nosotros LOS QUE VIVIMOS, los que hayamos quedado, SEREMOS ARREBATADOS JUNTAMENTE CON ELLOS en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. POR TANTO, ALENTAOS LOS UNOS A LOS OTROS CON ESTAS PALABRAS". -- 1 Tesalonicenses 4:13, 16-18.

En el día de la resurrección, el túnel de la muerte parecerá como un breve descanso. Los muertos no son conscientes del transcurso del tiempo. Aquellos que han aceptado a Cristo como su Salvador, serán despertados de su sueño por la maravillosa voz de Jesús que desciende a la tierra.

La esperanza de la resurrección viene acompañada con la esperanza de vivir en el cielo donde Dios "limpiará toda lágrima de los ojos de ellos, y la muerte no será más. Y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor" (Apocalipsis 21:4). Los que aman a Dios no tendrán temor a la muerte. Más allá de ella está la vida eterna con Dios. Jesús tiene "las llaves de la muerte (Apocalipsis 1:18). Sin Cristo, la muerte sería un camino en una sola dirección, que termina en el olvido. Con Cristo hay esperanza: una luminosa y radiante esperanza.

6. ¿SOMOS INMORTALES AHORA?

Dios creó a Adán y Eva mortales, es decir, sujetos a muerte. Pero tenían que permanecer obedientes a la voluntad de Dios para no morir nunca. Cuando pecaron, perdieron su derecho a la vida y por su desobediencia se convirtieron en súbditos de la muerte. Su pecado infectó a toda la raza humana (Romanos 5:12).

Las Sagradas Escrituras nunca describen el alma como inmortal, es decir, no sujeta a muerte. Las palabras hebreas y griegas para "alma", "espíritu" y "aliento" aparecen 1.700 veces en la Biblia y ni aparecen 1.700 veces en la Biblia y ni siquiera una vez se indica que el alma, el espíritu o el aliento sean eternos o inmortales. Solamente Dios posee inmortalidad.

"Dios... ES EL ÚNICO INMORTAL". -- 2 Timoteo 6:15-16.

La Escritura muestra claramente que en esta vida los seres humanos son mortales, sujetos a muerte. Pero cuando Jesús vuelva, nuestra naturaleza experimentará un cambio radical.

"He aquí, os digo un misterio: NO TODOS DORMIREMOS, PERO TODOS SEREMOS TRANSFORMADOS, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, A LA FINAL TROMPETA; porque se tocará la trompeta, y LOS MUERTOS SERÁN RESUCITADOS incorruptibles, Y NOSOTROS SEREMOS TRANSFORMADOS. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y ESTO MORTAL SE VISTA DE INMORTALIDAD. Y... entonces se cumplirá la palabra que está escrita: SORBIDA ES LA MUERTE EN VICTORIA". -- 1 Corintios 15:51-54.

Como seres humanos, ahora no somos inmortales. Pero la certeza del cristiano es que obtendrá la inmortalidad cuando Jesús venga por segunda vez. La promesa de la inmortalidad se aseguró cuando Jesús salió de la tumba y:
"ABOLIÓ LA MUERTE, Y SACÓ A LA LUZ LA VIDA Y LA INMORTALIDAD por medio del evangelio". -- 2 Timoteo 1:10, Nueva Reina Valera 1990.

Según la perspectiva de Dios, el destino para el ser humano es bien claro: la muerte eterna para quienes rechazan a Cristo y se aferran a sus pecados, o la inmortalidad como un regalo cuando Jesús venga a buscar a aquellos que lo aceptaron como su Señor y Salvador.

7. ENFRENTANDO LA MUERTE DE UN SER AMADO

Los temores que naturalmente enfrentamos ante la muerte se agudizan cuando un ser amado muere. La soledad y el sentido de pérdida pueden ser abrumadores. Pero debemos recordar que nuestros amados están durmiendo, y que todo aquel que descansa en Jesús se levantará en la "resurrección para vida" cuando el Señor regrese.

Dios está planeando algunos encuentros maravillosos cuando Cristo regrese. Bebés que volverán a las manos de sus emocionados padres. Esposos y esposas que se estrecharán en un fuerte abrazo. Todas las crueles separaciones de la vida serán se habrán acabado. Ciertamente se dirá: "Sorbida es la muerte en victoria" (1 Corintios 15:54).

Algunos sienten la muerte de un ser amado tan agudamente, que procuran ponerse en contacto con él a través de un médium espiritista o de "canales" de la Nueva Era. Pero la Biblia nos advierte específicamente contra el intento de aliviar el dolor de la muerte de esa manera:

"Cuando os digan que consultéis a los médium y espiritistas, que susurran y cuchichean, responded. ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Por qué consultar a los muertos por los vivos?" -- Isaías 8:19, Nueva Reina Valera 1990.

¿Por qué? La Biblia claramente revela que los muertos no son seres conscientes. La real solución para la angustia causada por la muerte de un ser amado solamente la puede dar Cristo. Estar en comunión con él es la forma más saludable de sobrellevar el dolor. Recordemos siempre que la primera impresión consciente que tendrán los que duermen en Cristo será el sonido de la trompeta que anuncia la segunda venida de Cristo, que los despertará del sueño de la muerte.

8. ENFRENTANDO LA MUERTE SIN TEMOR

La muerte nos priva de casi todo. Solamente una cosa no puede tomar, y es Cristo. Y Cristo puede poner cada cosa en su lugar otra vez. La muerte no se enseñoreará de este mundo para siempre. Satanás, el mal, la muerte y el sepulcro perecerán en "el lago de fuego", que es "la muerte segunda" (Apocalipsis 20:14).

He aquí cuatro sugerencias valiosas para enfrentar la muerte sin temor:
a) Viva una vida de confianza esperanzada en Cristo, y usted estará preparado para la muerte en cualquier momento.
b) Mediante el poder del Espíritu Santo sea obediente a los mandamientos de Cristo. Así estará preparado para una segunda vida, en la cual no morirá.
c) Piense en la muerte como en un corto sueño del cual lo despertará la voz de Jesús cuando regrese.
d) Abrigue la certeza que nos da Jesús en cuanto a un hogar celestial con él por toda la eternidad.

La verdad bíblica releva a una persona del temor de la muerte porque revela a Jesús, el Único al que la muerte no pudo retener. Cuando Jesús llega a nuestra vida, inunda nuestro corazón de paz:

"La paz os dejo, mi paz os doy... No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo". -- S. Juan 14:27.

Jesús también hace posible que hagamos frente a la tragedia de la pérdida de un ser amado porque él mismo pasó por "el valle de sombra de muerte". Él conoce las noches oscuras que nos toca atravesar. Él murió y resucitó de la tumba para darnos una sólida esperanza.

"Por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir POR MEDIO DE LA MUERTE al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y LIBRAR A TODOS LOS QUE ESTABAN DURANTE TODA LA VIDA SUJETOS A SERVIDUMBRE". -- Hebreos 2:14-15.

El Dr. James Simpson, el gran médico que inventó la anestesia, experimentó una pérdida terrible cuando su hijo mayor falleció. Sufrió profundamente como cualquier padre hubiera sufrido. Pero en esas circunstancias encontró el camino a la esperanza. En la tumba de su amado hijo erigió un pequeño obelisco en el que esculpió estas palabras: "He aquí que vivo".

Eso dice todo. A veces las tragedias personales parecen oscurecer el cielo; no obstante, ¡Jesús vive! Nuestros corazones pueden estar quebrantados, pero ¡Jesús vive!

En Jesús tenemos la esperanza de la vida después de la muerte. Él es "la resurrección y la vida" (S. Juan 4:19). Nuestra única esperanza después de la muerte. Y cuando Cristo vuelva, nos dará inmortalidad. Nunca más viviremos otra vez bajo la sombra de la muerte, porque tendremos vida eterna.

¿Ha descubierto usted la gran esperanza que podemos acariciar en nuestros momentos más oscuros? Si nunca ha aceptado a Jesús como su Salvador, ¿no quiere hacerlo ahora?

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