EL SECRETO DE UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE Los investigadores modernos han descubierto, después de intensos esfuerzos, una verdad que presenta la Biblia: los seres humanos son un todo. A menudo separamos las diferentes partes de una persona -física, mental, social y espiritual-, pero en verdad están inter-relacionadas y son inseparables. En otras palabras, lo que afecta a la mente, afecta también al cuerpo. Nuestra condición espiritual tiene un impacto sobre nuestra condición física, y viceversa. Somos un todo. Por ejemplo: investigaciones científicas controladas han demostrado que la felicidad, el gozo y la risa producen cambios perceptibles en el sistema inmunológico de las personas. Usted puede ayudar a su cuerpo a combatir mejor la enfermedad siendo feliz. Estudios como éstos muestran cuán íntimamente unidos trabajan la mente y el cuerpo. Hace ya miles de años la palabra de Dios presentó la relación vital entre la mente y el cuerpo, que recién fue aceptada por la ciencia médica sólo hace pocos años. "El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos". -- Proverbios 17:22. (A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera revisada en 1960.) Según el apóstol Juan, ¿cuán íntimamente están relacionados la mente y el cuerpo con nuestro bienestar espiritual? "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma". -- 3 S. Juan 2. Nuestro Creador desea que sus hijos disfruten de buena salud. La Palabra de Dios es una fuente de salud tanto como de vida eterna. Y siendo que nuestra salud física y mental, y nuestro bienestar espiritual, están íntimamente unidos, San Pablo hace esta advertencia al cristiano: "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". -- 1 Corintios 10:31. El evangelio incluye la restauración física y la espiritual. Un estilo de vida saludable contribuye a que seamos cristianos vibrantes. Hay ocho principios que son esenciales para vivir vidas más saludables y productivas. 1. EL AIRE El aire puro y fresco es esencial para la buena salud. Durante el día y mientras dormimos por la noche, la ventilación adecuada en el lugar de trabajo y en nuestro hogar, asegura que la sangre distribuya suficiente oxígeno a nuestro cuerpo. La clase de aire que respiramos es muy importante. No se exponga a humos, gases o bacterias llevadas por el aire. Respirar profundamente varias veces por la mañana y caminar en forma vigorosa, es una manera excelente de oxigenar el cuerpo, si el aire que respira es limpio. 2. LA LUZ DEL SOL "Los beneficios de la luz del sol son muchos. 3. EL DESCANSO El cuerpo necesita descansar para repararse a sí mismo. Debemos apartar tiempo para la recreación y para el descanso a fin de aliviar las tensiones del trabajo y las responsabilidades en la familia. Sin la debida dosis de descanso, la gente con frecuencia experimenta ansiedad, irritabilidad y depresión. Este estrés emocional puede conducir a la enfermedad, que nos forzará a tomar el descanso que nuestro cuerpo nos ha estado pidiendo por largo tiempo. No hay sustituto alguno que pueda suplir una buena noche de descanso. Recargar nuestras baterías espirituales cada día es muy importante para gozar de salud física. Unos momentos diarios de meditación cristiana, el estudio de la Biblia y la oración sanarán el cuerpo y el alma. Necesitamos hacer un alto en el ciclo de trabajo, un día de descanso semanal y unas vacaciones anuales o semi-anuales que provean una buena oportunidad para romper la rutina. 4. EL EJERCICIO El ejercicio es vital para nuestra salud. A continuación exponemos algunos de sus beneficios. Si usted no lo ha hecho todavía, comience lenta y gradualmente a hacer ejercicio, aumentándolo a medida que gana resistencia. Consulte con su médico antes de empezar. Su blanco debería ser practicar cualquier ejercicio comparable a caminar una milla (1.6 Km.) en 15 5. EL AGUA El agua es esencial para todas las células del cuerpo, por lo que deberíamos beberla en abundancia. He aquí algunas razones: 6. LA DIETA APROPIADA En la creación, Dios instruyó a Adán y a Eva a tener una dieta de nueces, granos y frutas (Génesis 1:29). Después que pecaron, los vegetales fueron añadidos (Génesis 3:18). La carne de animales contiene grasa saturada y colesterol, lo cual aumenta el riesgo de la alta presión de la sangre, paros cardíacos, enfermedades del corazón, cáncer, obesidad, diabetes y otras. Como se ha demostrado que la gente vegetariana es más saludable y vive más años, muchos expertos en nutrición y salud recomiendan volver a la dieta original de la humanidad: nueces, granos, frutas y vegetales. Si desea cambiar a un menú vegetariano, asegúrese primero que entiende cómo seguir una dieta balanceada sin carne. Ingiera de cinco a seis porciones diarias de frutas varia-das, nueces, granos, legumbres y vegetales. Los vegetales verdes y amarillos, lo mismo que las frutas cítricas, son también importantes. Use pan y arroz integrales, en lugar de blancos. El consumo diario de estos almidones y carbohidratos complejos debe ser de seis o más porciones diarias. Reemplace la grasa animal (mantequilla, crema, tocino, grasas, etc.) por grasas vegetales. Esta dieta sin carne es adecuada si usted usa productos lácteos. Para quienes incluyen la carne en su dieta, se aconseja ingerir solamente las que la Biblia indica que son "limpias", o aptas para el consumo humano. Cuando Dios autorizó al ser humano a comer carne después del diluvio (Génesis 7:2-3, Levítico 11:47), definió qué carnes eran limpias y cuales no, indicando que estas últimas no eran recomendables para comer. Lea en Levítico 11 y Deuteronomio 14 la lista de aves, bestias y pescado que Dios declaró no eran aptos para comer. De acuerdo a estos capítulos, la carne limpia corresponde a animales que tienen pezuñas divididas y rumian. Los peces limpios deben tener escamas y aletas. Las aves de rapiña están entre las prohibidas. Recientes investigaciones científicas confirman por qué Dios declaró que algunas carnes eran inmundas. Un porcentaje alto de autopsias en cuerpos humanos revelan que están contaminados con triquinas. Estos diminutos gusanos son transmitidos por la carne de cerdo infectada. La Biblia condena especialmente el consumo de la carne de este animal (Deuteronomio 14:8). Además del constante peligro de transmisión de enfermedades, los devastadores efectos de grasas saturadas en el sistema digestivo puede ser otra buena razón. 7. EVITE LOS PRODUCTOS DAÑINOS ¿Nos amonesta la Biblia contra las bebidas alcohólicas? "El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio". -- Proverbios 20:1. "Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios". -- 1 Corintios 6:10. El alcohol afecta los siguientes sistemas del organismo: 8. CONFIANZA EN EL PODER DIVINO Los siete principios presentados quedan incompletos sin un octavo punto vital: la confianza en el poder divino. Una persona dominada por el temor o la culpa encontrará difícil beneficiarse completamente con las prácticas saludables que hemos explicado; pero si disfruta de una fe positiva en Dios, notará que todas las cosas obran juntas para una vida más abundante. "Bendice, alma mía, a JEHOVÁ, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que SANA TODAS TUS DOLENCIAS; el que RESCATA DEL HOYO TU VIDA". -- Salmos 103:2-4. David Larson, un consultor del Instituto Nacional de Salud Mental en los Estados Unidos, hizo una extensa investigación sobre la relación entre la religión y la salud. Su estudio demostró que hay una conexión directa entre la salud y la práctica efectiva del cristianismo. Se sorprendió al descubrir que los que asisten a la iglesia viven más que los que no lo hacen. Además, en ellos es menor la incidencia de ataques al corazón, endurecimiento de las arterias, alta presión y otras enfermedades. También descubrió que los que tienen fe en Dios viven vidas más productivas porque son menos propensos a la depresión, a convertirse en alcohólicos, a cometer delitos continuos o a ser atrapados en matrimonios desdichados. La confianza en el poder divino es la llave para disfrutar de bienestar genuino y de una vida saludable y feliz. Aproximadamente 50.000 adventistas formaron parte de este estudio realizado a lo largo de 30 años. Los resultados mostraron que los hombres vivían un promedio de 8,9 años más que el resto de la población masculina, y las mujeres 7,5 años más que la femenina. Estudios entre adventistas de Holanda, Noruega y Polonia mostraron resultados similares. Los investigadores atribuyen la vida más larga de los adventistas a que siguen algunos o todos los ocho principios de salud presentados en esta guía. Y no solamente la vida es más larga, sino de mejor calidad. La aplicación de la perspectiva bíblica a nuestra vida determina la diferencia en todos los aspectos de la existencia, pues ofrece la convincente evidencia de que el cristianismo es la religión más práctica y razonable de todo el mundo. Debido a la íntima relación entre la mente, el cuerpo y nuestra vida espiritual, los cristianos que viven por la Palabra de Dios, desean seguir los principios de un estilo de vida saludable mientras se preparan para la segunda venida de Cristo (1 S. Juan 3:1-3). Jesús no sólo desea que estemos listos para encontrarnos con él, sino que también anhela que la calidad de nuestras vidas aquí sea mejor.
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martes, 18 de mayo de 2010
EL SECRETO DE UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE
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